miércoles, 26 de octubre de 2011

Conferencias de los grandes maestros online



Aunque el blog lo quería dedicar fundamentalmente a reflexiones y escritos es imposible resistirse a difundir estos links.

Otra vez Fernández Galiano gracias a la Fundación March nos deleita con nuevas conferencias, esta vez sobre los grandes maestros del siglo XXI. Se pueden escuchar en mp3 mientras se ve el pdf. Realmente fascinantes los relatos, vale mucho la pena descargarlos y verlos. Ya están los de Norman Foster y Rem Koolhaas, próximamente los de Kazuyo Sejima y Ryue Nishizawa y los suizos Jacques Herzog y Pierre de Meuron.



Anteriormente ya nos dejó con la boca abierta con las conferencias de los grandes maestros del SXX, Wright, Mies, Le Corbusier y Aalto.

Imprescindible para todo el que quiera saber un poco más de arquitectura o que simplemente la ame.

Que generosidad, cuanto nos queda por aprender.

Que las disfrutéis.



domingo, 16 de octubre de 2011

2 edición de la revista QOTO

Ya ha salido a la luz la segunda edición de la revista QOTO.


Un revista realizada en Chiclayo y que con gran profesionalidad y con el único objetivo de difundir la buena arquitectura dirige el arquitecto Jorge Rojas.


Con gran honor y placer he podido redactar la editorial de esta segunda andadura.


http://qotocix.wordpress.com/



Editorial que reproduzco a continuación

“Necesitamos que miles y miles de arquitectos que andan por el mundo piensen menos en Arquitectura (con mayúscula),”…”, y más en su oficio de arquitecto”
“Nos son genios los que necesitamos ahora”. 1960.
José Antonio Coderch

Tras cumplirse un año de la primera edición de la revista QOTO, podemos disfrutar hoy de su segundo número. Una revista que empezó con los lógicos agradecimientos a la Facultad que posibilitó su nacimiento intelectual, y que en este número, busca de nuevo sus raíces más profundas, las del Movimiento Moderno, adentrándose así en el mundo profesional.
Profesionalidad, seriedad, y dedicación, y yo diría que hasta casi devoción por la profesión son las virtudes personales que debe tener todo buen arquitecto. Por su puesto todas estas virtudes van más allá del ánimo de lucro económico y sólo anhelan hacer mejor arquitectura y servir así mejor a la sociedad, todas ellas las cumple con creces QOTO.
Pequeñas arquitecturas -si se me permite con una minúscula enorme- que vemos todos los días en la ciudad de Chiclayo, se miran aquí con nuevos ojos. Se analizan, se desmenuzan, se critican, se contextualizan y sobre todo se aprende de ellas. Y la revista va más allá, mira a los que las convirtieron en realidad, intentando explicar, y por lo tanto comprender, sus inquietudes, su honradez, su buena voluntad y honor.
Al final todo esfuerzo colectivo exige siempre un compromiso individual, gracias Jorge por ofrecernos este segundo número. Lo disfrutaremos tanto como el primero, y con voracidad de continuar aprendiendo, esperamos el tercero.

miércoles, 5 de octubre de 2011

Seminario de arquitectura


La semana que viene empieza el seminario intensivo de arquitectura y ciudad. Explicaremos desde planteamientos urbanísticos en el entorno consolidado hasta edificios concretos en los que su implantación en la ciudad es determinante para su formalización final, desde los grandes maestros hasta arquitectos actuales.

Esta vez además del arquitecto Aldo Facho Dede estaré también yo. 

Gracias a la Escuela de Arquitectura de la USAT por la confianza depositada.

sábado, 25 de junio de 2011

Composición en blanco y negro

El día de ayer pese a que fue duro resultó muy gratificante. Supuso un importante gasto de tinta, o de grafito según el momento, también de un poco de materia gris.

Estación de autobuses en Chiclayo, corrección intensiva lo que hace que las ideas emerjan con facilidad y el tema cada vez parezca más familiar.

Una estación de autobuses es por antonomasia una construcción generosa, de grandes luces donde el espacio fluye y campa a sus anchas. El interior se confunde con el exterior, el exterior muchas veces quiere entrar.
Frente a este lienzo en blanco que supone su planta se incorporan otros usos que vienen a enriquecer la propuesta. La taquillas, los baños, la sala VIP, la administración,… tantos, algunos inventados. Estos, como manchas negras, nos ayudarán a componer nuestra propuesta, nuestro cuadro.

 El punto de partida, las piezas.

El blanco y el negro, el lleno dentro del vacío como comentó Aldo en las jornadas que disfrutamos en Chiclayo.

Mies, maestro del vacío sabía que este sólo lo podía dominar por medio de pequeños llenos situados estratégicamente, como si de una partida de ajedrez se tratase. Cada pieza dentro del tablero cuenta, se mueve y está allí con una intención. No solamente eso, sino que cada pieza afecta a su entorno de manera diferente. A nadie se le ocurría poner un alfil desprotegido en la vertical de una reina como tampoco a nadie se lo ocurría poner un paquete de baños rodeados por una zona muy pública.

Ayer más que una clase de arquitectura fue una clase de lógica, entonces tal vez hayamos enseñado arquitectura. De lógica muchas veces geométrica, que plasmo en este blog para ordenar mis pensamientos que de manera intermitente se vierten en una crítica de taller.

Conversamos sobre por qué un círculo es una figura geométrica sin dirección, cualquiera es buena, todo el abanico de posibilidades está abierto.

La geometría



Un cuadrado ya limita más, el orden cartesiano entra a tomar partido, las ordenadas, las abscisas, X, Y. No permite todos los ángulos. La construcción tiene mucho que ver en esto.

Un rectángulo, últimamente es lo único que se dibujar, mi pluma tiene el F8 siempre puesto, con una intención clara. Un rectángulo siempre mira hacia dos lados, no hay error posible. No es una figura geométrica inocente y dibujarlo conlleva muchas implicaciones; siguiendo el símil ajedrecístico, es un peón, avanza.

Luego todas las formas derivadas de estas, los trapecios a los que algunos alumnos les tienen tanto cariño. Casi como algo barroco. Los teatros italianos, efectos escenográficos que parece que no tienen intención de reproducir. Si no es así, mejor matar la forma y buscar otra nueva. Puede que exagere.

Teatro Olímpico, Vicenza. Andrea Palladio.



Tras estas nociones de geometría básica volvamos al blanco y al negro.
Las composiciones pictóricas de ayer bien podían haberse llamado rectángulos negros sobre fondo blanco, o como mucho sobre fondo punteado. Punteado por pilares, por usuarios, mesas de cafetería, algún árbol,… poco más. El rectángulo negro siempre pesaba mucho más que esos pequeños puntitos.

Punto de partida siempre un lienzo rectangular, tal vez casi siempre. Ya avisé, es lo único que dibujo últimamente.

Primera prueba, una pieza sencilla, un único rectángulo dentro del lienzo blanco. Sólo hay que mirar los seis posibilidades que reproduzco bajo para ver cómo el vacio se transforma gracias al lleno. Cómo cada espacio tiene una fisonomía diferente por el movimiento de la mancha negra en el cuadro blanco. Incluso su influencia va más allá del lienzo, se escapa de él y afecta al espacio público, lo que está fuera.

Serie formada por seis composiciones de rectángulo negro sobre lienzo blanco.




Estos sencillos, casi ejercicios pictóricos de composición, donde el negro condiciona al resto, es a lo que hemos dedicado otra parte importante del día de ayer.

Cuando las piezas son dos, la partida de ajedrez es mucho más compleja y las posibilidades más variadas. El tablero de ajedrez o el lienzo se llena de espacios intermedios, seriados, incluso virtuales entre el interior y el exterior. Napo y Fernando saben mucho de esto.
Aún así, casi siempre todo lo complicado se puede reducir a algo sencillo. Como decía Wright hay que pensar “en sencillos”, es decir, en las partes sencillas que forman aquellas más complicadas, el todo se puede reducir a sus partes. Buena manera de pensar.


Serie formada por tres composiciones de dos rectángulos negro sobre lienzo blanco.





Nuestras plantas, como si de cuadros se tratasen, deben jugar al lleno y al vacio, al relax o la tensión, seguir una diagonal o conversar plácidamente con una horizontal. Así, poco a poco, vamos poniendo nuevas fichas en la partida a las dos ya existentes. Se les suma la naturaleza, los autobuses,... hasta tener el tablero lleno.

Serie más compleja



Luego volvemos a empezar e intentamos condesar las fichas en muy pocas para desde nuestra juventud poder por lo menos acabar en tablas la partida con la arquitectura.

Casa Farnsworth. Mies van der Rohe.




domingo, 12 de junio de 2011

Mapa de arquitectura de Chiclayo

Caminar, en mi caso correr, por Chiclayo, le proporciona a uno muchas agradables sorpresas. Arquitectura escondida en cualquier esquina, mucha enmascarada por una gruesa capa de polvo o por algunos "retoques" de los propietarios. No deja de ser buena arquitectura.

Creo que es tarea de todos los que aman su ciudad y la arquitectura, localizarla y reconocerla para poder ponerla en valor.

Hace un tiempo que estoy realizando este mapa. Como siempre muchas dudas, un mapa de intuiciones que a veces refrendan los expertos conocedores de Chiclayo. Otras muchas piezas son cobradas gracias a ellos. Pepe, Fernando, Yvan, Gonzalo, ...

Espero que sea sólo el comienzo y todos lo que piensen que puede ser útil se animen a realizar aportaciones.
Sería una buena manera de hacer un trabajo en común para conocer la ciudad.


Ver Arquitectura de Chiclayo en un mapa más grande

lunes, 30 de mayo de 2011

lunes, 9 de mayo de 2011

CRÓNICA DE UN ASESINATO

(fotos Javier Cortina)

De vuelta en una combi, creo que con este viaje habré agotado todos los medios de transporte de Perú a excepción de la Llama.

Ida 1,30 nuevos soles; vuelta negocio y al final le arranco al conductor un ok por 1,20, el jalador me cobra 1. Cosas que pasan en Perú, supongo que tendrá que ver con esta cara de gringo que me es difícil disimular.

La combi llena, una señora da el pecho a un niño, una abuela castigada por el sol juega con su nieto. 100 Km/h, música razonablemente alta y polvo que entra por la ventana, yo de espaldas al sentido de la marcha en consonancia con mi estado de ánimo, a pesar del ahorro de los 30 céntimos de sol que más que el bolsillo sana el orgullo.

Todo el mundo permanece tranquilo sin saber que unos metros atrás hemos dejado un cadáver.

El Museo Bruning, D.E.P., muerto en el 2006, suerte que los edificio no se putrefactan y pasan a un estado de momificación directo.



Museo Brüning, exteriores.


Cubo suspendido.


La lonely planet presagiaba una buena tarde de arquitectura. “Museo Brüning… Los amantes de la arquitectura y la escultura quizá encuentren interesante el edificio de inspiración corbusierana, las estatuas de bronce y los azulejos que adornan la propiedad.” El “quizá”, lejos de fastidiarme creo que despertaba más mi curiosidad.

Una amable cobradora me invita a entrar al recinto. Se trata de una parcela en la que destaca un misterioso cubo blanco, rápidamente ideas de los recorridos en espirales que Le Corbusier utilizó en algún museo. En segundo plano, una pieza baja compensa la potencia del cubo.

Una pérgola igualmente amable me introduce en el museo pasando por encima de una lámina de agua virtual. (En estos momentos no existe por labores de mantenimiento)



 Museo Brüning, exteriores. Pérgola desde el acceso


Una vez dentro y antes de acceder al gran cubo, segunda conversación, en este caso con el vigilante, tiempo en Perú, tiempo en Chiclayo, fútbol…falta casado y si tengo hijos, no le doy tiempo.

En la pieza baja una interesante exposición de Heinrich Brüning. El primer link de google reza “El eterno enamorado de los moches”. Interesantes fotos antiguas, una video proyección, un muñeco de plástico petrificado delante de una máquina de escribir que me asustó…

Vuelvo por mis pasos y me dirijo al cubo blanco, antes se puede ver una exposición temporal que ocupa el espacio de conexión entre las dos piezas. Lógicamente cerca de la entrada. Llaman la atención unos pequeños pilares metálicos como los de la pérgola de acceso, incluso se ve una viga que atraviesa la sala con las mismas perforaciones. Me empieza a molestar la úlcera.


 Mortero de piedra.




Placas.



Fotografío una insulsa placa por tener los datos del arquitecto, año de reforma 2006. Por fin entro al cubo. Muy interesantemente ambas piezas del proyecto se cierran por medio de unas gruesas puertas correderas metálicas que dan aspecto de entrar en FortNox, y las independizan de la sala de exposiciones temporales y de la entrada. La sensación de que contienen artículos valiosos, conseguida.


Oro.

El cubo totalmente hermético lo recorro con más pena que gloria. Oro en planta menos uno, aún más protegido, según se asciende encuentro maquetas de pirámides, cerámica, interesantes explicaciones de las culturas preincaicas, la sofisticación de sus diseños, …Ocupando siempre la parte central del cubo maniquíes que representan una escena con un chaman en una planta y de la navegación con Caballitos de Totora en la última. Curioso.

Por fin llego al final, un museo tranquilo que se puede ver en una hora.

Por una placa de escayola del falso techo de esta última planta se cuela un rayo de sol, el insolente sol apareciendo. Creo que me vuelve a doler la úlcera.

Por el agujero iluminado del falso techo se ve una cobertura de calamina apoyada sobre una deficiente estructura metálica. Llama la atención que un edificio diseñado con tanto cuidado tenga este tipo de techumbre. ¿Por qué no será de concreto armado la parte central del techo?
Toco uno de los paramentos que envuelve a los maniquíes que perpetuamente están remando arrodillados sobre sus embarcaciones, suena a hueco. Desciendo rápidamente una planta y miro el techo que corresponde con el espacio central. Falso techo registrable como el de la parte central de la cubierta.
Las peores sospechas se confirman, esto es un cadáver y asesinado con un golpe certero al corazón, precisamente donde reside toda su fuerza.
Definitivamente me duele la úlcera.

El cubo que originariamente estaba lleno de luz, de sol y de vida, unos despeluchados personajes de ficción ocupan ahora este espacio.
En vez de Sol, aire, incluso de lluvia, tenemos esto.
En vez de ver el precioso cielo de Lambayeque vemos un falso techo registrable.
En vez de tener visuales entre los distintos niveles unos maniquíes travestidos se muestran estrafalariamente. (ver foto hay maniquí masculino vestido de mujer)

 Diferentes vistas interiores

Ahora se entienden los pilares metálicos de la sala de exposiciones temporales. Esta sala se adhirió sin respeto, como un tumor, no presagiaba nada bueno. Sin tener en cuenta que la pérgola era un elemento ligero de conexión que permitía mantener la independencia de las dos piezas, que permitía la entrada de luz, que …tantas cosas.


Vista exterior


Recuerdo a Jaume Prat cuando pensaba en manifestarse para evitar la demolición de La Pagoda de Miguel Fisac. En aquellos momentos me pareció un poco exaltado, creo que él empezó a leer arquitectura antes que yo.

Encuentro la placa original, 1966, el museo murió a los 40.

Con mayor atención se puede ver el arma que se usó, probablemente la indiferencia.


jueves, 28 de abril de 2011

Arquitectura de Chiclayo 2



Vivienda en esquina, bien resuelta.


La siempre impecable madera de Perú que dan ganas de ir tocando mientras se accede a la casa. 


Una buena composición lleno-vacio, la ventana en esquina, el macetero que distancia los huecos del movimiento de la calle...





jueves, 21 de abril de 2011

Cuando Mies visitó Pimentel









Restobar la rocas. 
Arquitecto: Eduardo Itabashi.
Dirección de Obra:
Pool Porta Guerrero,
Cesar Infantes Mejia y
Marco Tello.

Fotografías: F. Javier Cortina Maruenda

domingo, 17 de abril de 2011

Alumnos de arquitectura














Desead, como todos debemos hacerlo siempre, ser durante toda la vida de arquitectos uno más de esta última promoción que acaba; siempre, siendo recién salidos de la escuela, tendremos toda una arquitectura por delante. Ese arrepentimiento del hacer no existe para quien empieza.
Ser arquitecto es mucho o es nada, como en todo pasa. Pronto nace el sentimiento de que ser arquitecto como músico o fraile es sencilla consecuencia del otro ser. Cuando se oye hablar a los grandes del mundo en arquitectura, pocas veces, muy contadas, nos dicen de lo que normalmente se entiende por tal arquitectura. Las publicaciones sobre ellos más cuentan del hombre, del modo suyo de entender la vida, que de sus mismas obras y es que entendiendo al hombre, presentimos y comprobamos sus obras. No hay arquitectura, ni nada, sin quien la sostenga y nuestro afán ha de ser el formar el pilar, el cimiento. Nuestra arquitectura, entiendo, es reflejo y marco de la vida: es lo que somos y lo que queremos ser. En cada obra está un pasado y en sus defectos, por contra, está un futuro; si no hay pasado -última promoción- sin contras, un futuro incierto. Busquemos los contras de los demás. La experiencia, con la que los mayores atormentan a la última promoción, es contra la rebeldía que siente al saber de los años. Es lástima no llegar más pronto a una paz entre tan necesarias fuerzas. Corresponded: quered ser, última promoción, de la que ya se va.
Pienso que de una nueva promoción habrían de expandirse por España, por el mundo, la casi totalidad. Sentimos la concentración en un Madrid, porque creemos que no es camino de nada. Está llena de esperanzas nuestra llegada al trabajo, a la arquitectura que aguarda. Una provincia, una pequeña población, tomará forma por nosotros, de nosotros; se defiende de nosotros con su experiencia, con su ambiente; se entrega a nosotros si entramos honradamente en él. Aconsejaría lo imposible: dos años (Frank Lloyd Wright dice diez) sin trabajar, llenos de paz y sosiego, con castos y ávidos ojos, con finos oídos, puestos en todo lo bueno que en ese pequeño y nuevo mundo existe. Al conocer profunda y seriamente el futuro escenario de nuestras obras, añadiremos con justeza lo que con naturalidad saldrá de dentro de nosotros mismos.

[El agua toca su tambor de plata.
Federico Garía Lorca.
Entendiendo así un ambiente, nace el poeta; así lo vio: solamente escribirlo.
Proyectar nosotros lo que allí ya existe; es lo mismo.]

Sabemos, y nos duele, que hemos desbaratado ciudades. No puedo olvidar dos fotografías publicadas en AC (años 1934 y 1935) de una sencilla calle de pueblo antes y después de nuestra llegada: la casa culta deshizo la calle...; la cultura es una mayor sensibilidad que hace al hombre apto para moverse en las sutilezas del mundo. Decía Sert en el pie de las fotos algo así: ¿es esto el fruto de seis años de estudios?
Creo puede repetirse el consejo de meternos profundamente en los ambientes que vamos a continuar. Todo lo nuevo que llevamos dentro, allí cogerá su justa forma, adaptándose al lugar la enseñanza de lo viejo bueno, nos mejorará y templará todo nuestro sano ímpetu. iSer millonario y poder comprar todos estos ímpetus! volverían a sus creadores pasados diez años; ése sería el momento de construir aquellos planos y sus autores agradecerían esta decantación del tiempo. Nuestro trabajo es un fruto tan duradero que siempre nos sobrevive: ¡queramos hacer todo tan bien que lo hecho sea el acompañamiento grato de nuestro camino! Pienso, soy pesado, en la terrible madurez que construir en piedra o materiales eternos exige y llego a pensar en el beneficio que nos hicieron aquéllos que no construyeron nuestras primeras impetuosas obras. No prisas; los treinta años ocultos del Señor precedieron a tres solamente de vida pública, suficientes para colmar su Vida en este mundo terreno.
Temeremos y huiremos de lo que pudiera ser éxito no lícito en nuestro serio lenguaje. Sintamos, al menos una vez, la satisfacción de la obra no ortodoxa rechazada; el mundo está ávido y nos exige algo que, es frecuente, no es lícito darle. La última promoción debe saber siempre de los peligros que más allá del título existen.
Los nuevos arquitectos -todos queremos ser siempre nuevos- saben que solamente existe la arquitectura buena y nueva: lo nuevo es fragancia, esencial en el arte; lo bueno es constancia en la buena línea. La belleza de nuestras obras es más oculta y remota; es casi negación, bondad de conceptos con transparente forma; nace, cuántas veces, del simple hecho de vivir profundamente un material y me imagino el bien que nos haría el sentarnos ocho, diez días sobre el bloque de granito que vamos a utilizar en aquella misma obra; estar quince años contemplando el hormigón dentro de la hormigonera, el ver kilómetros de laminado de perfiles..., pequeños ejercicios espirituales. Y es que la vida de paz ante el trabajo es todo. 
En nuestras ciudades debéis ser alguien, ni más ni menos que lo que os corresponda, ni más, ni menos. El arquitecto dará forma a su ciudad en su momento, ni menos...
Aconsejo leáis "Al joven que se dedica a la arquitectura", de Frank Lloyd Wright, del que copio el final:

... como despedida a los jóvenes que se ocupan de la arquitectura, digamos que respecto a caminos y medios esto es lo que tienen que recordar:

1. Olvidar las arquitecturas del mundo, excepto como algo bueno en su lugar y su tiempo.

2. Ninguno de ustedes tome a la arquitectura como medio de vida, a menos que la ame como principio en acción, por ella misma, dispuesto a serie tan fiel como lo es a su madre, a su camarada, a sí mismo.

3. Cuidarse de la escuela arquitectónica, excepto como exponente de la ingeniera.

4. Entrar en el campo donde puedan ver en acción a las máquinas y los métodos que levantan los edificios 
modernos, o permanecer en la construcción directa y simple hasta que puedan llegar naturalmente al diseño del edificio por la naturaleza de la construcción.

5. Acostumbrarse a pensar inmediatamente en el "porqué" respecto a cualquier efecto que les agrade o desagrade.

6 No dar por sentado que algo es hermoso o feo, sino desmenuzar todo el edificio, estudiando cada detalle. Aprender a distinguir lo curioso de lo bello.

7. Acostumbrarse al análisis. Con el tiempo, el análisis permitirá que la síntesis se convierta en hábito mental.

8. Pensar "en sencillos", como acostumbraba decir mi viejo maestro, significando que se puede reducir el todo a sus partes, en los términos más simples, volviendo a los primeros principios. Háganlo en orden, de lo general a lo particular, y nunca los confundan si no quieren que ellos los confundan a ustedes.

9. Eviten como un veneno la idea americana del "camino rápido". Entrar en la práctica sin madurez es vender su derecho de nacimiento como arquitecto a cambio de un mendrugo, o morir simulando ser un arquitecto.

10. Tomen tiempo para prepararse. Diez años de preparación para los preliminares de la práctica arquitectónica son pocos para cualquier arquitecto que quiera levantarse "por encima de la mediocridad" en verdadera práctica o apreciación arquitectónica.

11. Aléjense lo más posible de vuestras ciudades para construir vuestros primeros edificios. El médico puede enterrar sus errores..., pero el arquitecto sólo puede aconsejar al cliente que plante enredaderas.

12. Consideren tan deseable construir un gallinero como una catedral. La dimensión del proyecto significa poco en arte por encima de la cuestión monetaria. Lo que en realidad vale es la calidad del carácter. El carácter puede ser grande en lo pequeño, o pequeño en lo grande.

13. No entren en ninguna competencia arquitectónica en ninguna circunstancia, excepto como novicios. El mismo jurado es selección de mediocridades. Lo primero que hace el jurado es revisar los diseños y descartar los mejores y peores para, como mediocridad, poder juzgar las mediocridades. El resultado neto de todo concurso es una mediocridad por elección de mediocridades.

14. Cuídense de los negociantes de planos. El hombre que no los mantenga en la búsqueda de ideas para él, resultará un mal cliente.

Es desagradable comercializar todo en la vida, sólo porque esta generación esté moldeada en la edad de la máquina. Por ejemplo, la arquitectura se pasea ahora por la calle como una prostituta, porque "conseguir trabajo" se ha convertido en el primer principio de la arquitectura. En la arquitectura, el trabajo debe encontrar al hombre y no el hombre al trabajo. En arte, el trabajo y el hombre son compañeros; ninguno puede ser comprado o vendido al otro. Mientras tanto, teniendo en cuenta que esto a lo que nos hemos referido es una especie más elevada y fina de integridad, mantengan su propio ideal de honestidad tan alto, que su mayor ambición en la vida sea poder llamarse hombres honestos, y poder mirarse a la cara. Mantengan su ideal de honestidad tan alto como para no poder estar nunca completamente en condiciones de alcanzarlo.
Respeten la obra maestra: es la verdadera reverencia al hombre. Ahora no hay una cualidad tan grande, una cualidad tan necesaria".

[Así habla Frank Lloyd Wright, en la terrible humildad de la arquitectura. Sumidos en esos abismos miremos al atractivo nuevo mundo y con Le Corbusier sintamos: "una gran época ha comenzado, una época nueva". Sintámosla y sigámosla, pero con él, de su mano y así no habrá desvaríos; creo que es él, el gran maestro para nosotros, arquitectos españoles].
Nueva promoción, ¡enhorabuena y felicidades, de todos los que siempre procuraremos ser de la última promoción.

Alejandro de la Sota.
Escritos, conversaciones, conferencias. Gustavo Gili. 2008.


Los fragmentos entre corchetes nunca aparecieron publicados pero si en el texto original.

domingo, 3 de abril de 2011

Querido Doctor Riezler:










No voy contra la forma, sino contra la forma como fin en sí mismo.
He hecho este ataque por lo que he aprendido por mí mismo.
La forma como fin acaba en mero formalismo. 
Este esfuerzo está dirigido hacia el exterior. Pero sólo lo que vive en el interior tiene un exterior vivo.
Sólo lo que tiene intensidad de vida puede tener intensidad de forma.
Todo "cómo" está basado en un "qué".
Lo informal no es peor que lo sobreformal.
La forma real presupone vida real.
Pero no lo que "ha sido" o "pudiera haber sido".
Nuestro criterio es éste:
No queremos juzgar tanto los resultados como el proceso creativo.
Porque es justamente esto lo que revela si la forma deriva de la vida o está inventada para su propio uso.
Por esto el proceso creador es tan esencial.
La vida es lo decisivo para nosotros.
En toda su plenitud y en sus relaciones espirituales y materiales.
Una de las tareas más importantes del Werkbund, ¿no es acaso clarificar, analizar y ordenar nuestra situación material y espiritual, y así tomar la dirección?
¿No debemos dejarlo todo a las fuerzas de creación?


Mies Van der Rohe
Escritos, diálogos, discursos. 
Colegio Oficial de Arquitectos y Aparejadores de Murcia. 2005.

domingo, 27 de marzo de 2011

Arquitectura de Chiclayo 1

3 proyectos de arquitectura de Chiclayo



Residencial FAP.
Bloque residencial de viviendas por corredor con el núcleo de comunicaciones exento. Juego de llenos y vacíos en la fachada principal. En la fachada trasera tapiz de celosías.




Facultad de Medicina.
La fachada se resuelve mediante un juego de planos que busca la descomposición de la esquina. El plano de piedra, el plano horizontal que hace el alero, el plano que nos invita a entrar, ... todo ello sobre una gran superficie de lamas como telón de fondo. Tras estas se esconde una escalera lineal además de otros usos.




Vivienda particular.
Madera, aplacado de piedra y vidrio entre dos planos horizontales. Un plano intermedio gris y otro superior blanco. Horizontales marcadas que lamentablemente se quiebran en la fachada larga. 

Un minuto antes de la explosión

EL FUTURO DE LA ARQUITECTURA ESTÁ EN EL PENSAMIENTO.
"Un minuto después de la última explosión, más de la mitad de los seres humanos habrá muerto, y el polvo y el humo de los continentes en llamas derrotarán a la luz solar; y las tinieblas absolutas volverán a reinar en el mundo; un invierno de lluvias anaranjadas y huracanes helados invertirá el tiempo de los océanos y volteará el curso de los ríos, cuyos peces habrán muerto de sed en las aguas ardientes, y cuyos pájaros no encontrarán el cielo; las nieves perpetuas cubrirán el desierto del Sahara; la vista Amazonia desaparecerá de la faz del planeta destruida por el granizo, y la era del rock y de los corazones trasplantados estará de regreso a su infancia glacial; los pocos seres humanos que sobrevivan al primer espanto, y los que hubieran tenido el privilegio de un refugio seguro a las tres de la tarde del lunes aciago de la catástrofe magna, sólo habrán salvado la vida para morir después por el horror de sus recuerdos; LA CREACIÓN HABRÁ TERMINADO."
Así de tremendo comienza García Márquez El cataclismo de Damocles, texto bellísimo y tiernamente exigente que siempre merece la pena releer y que, cada vez, conmueve en lo más hondo.
Pues un minuto antes de esa última explosión, y en el mismo momento de la misma explosión, habrá un artista creando, habrá un arquitecto levantando ilusionado su mejor obra. La obra de su vida. Con toda su alma. Intentando completar la Creación.
Cuando uno se pregunta sobre el futuro de la Arquitectura, uno no puede menos que contestar, no podía ser de otra manera, que el futuro está en las ideas. En el pensamiento y en las manos de los arquitectos capaces de generar estas ideas y de levantarlas, de ponerlas en pié, de construirlas.
Porque el cataclismo, la gran explosión, podrá destruir la Tierra, y con ella las formas construidas por el hombre, e incluso al hombre mismo, pero no podrá nunca, jamás, destruir las ideas. Porque las ideas son indestructibles.
La Historia de la Arquitectura, y el futuro es Historia, es, más que una Historia de las formas, de los estilos, una Historia de las ideas que son traducidas a esas formas que conocemos. E indagar sobre el futuro de la Arquitectura será una labor de prospectiva sobre las ideas que harán posible ese futuro y sobre los hombres capaces de alumbrarías.

LUZ Y GRAVEDAD: EL QUID DE LA CUESTIÓN
Es el hombre quien y para quien se crea la Arquitectura. Y su relación con el Espacio se hace a través del Tiempo. Lo que traducido a elementos materiales viene a desembocar en su relación con la GRAVEDAD y con la LUZ. Son la GRAVEDAD, que construye el Espacio, que hace relación al Espacio, y la LUZ, que construye el Tiempo, que da razón del Tiempo, cuestiones centrales de la Arquitectura. El control de la Gravedad, y el diálogo con la Luz. El futuro de la Arquitectura dependerá de una posible nueva comprensión de esos dos fenómenos. O mejor que nueva, de un más claro y más profundo entendimiento.
La revolución que han supuesto en los últimos tiempos los nuevos materiales, el vidrio y el acero, ha sido una revolución relativa a una diversa con-prensión y resolución de los temas de Luz y de Gravedad. Ambas afortunadamente inevitables para la Arquitectura.
La lucha con la Gravedad, su dominio y con él el del Espacio, seguirá siendo tema claro del futuro de la Arquitectura. Afortunadamente ineludible, todo consistirá en cómo seguir controlándola. Quizás con técnicas nuevas. Si el acero, y el hormigón armado con él han hecho posible la Arquitectura actual, podríamos pensar, aunque sea difícil, en que puedan aparecer nuevas técnicas. Se tratará en todo caso ¡qué sencillo! de encauzar esa G que estudiábamos de pequeños en la Física, Esa G que es real como la tierra misma a la que todo lo material siempre tiende a volver, y siempre vuelve.
El diálogo con la Luz, será el otro gran tema. Cuando el dominio de la Luz ha sido el argumento de toda la Historia de la Arquitectura, ahora que ya tenemos medios para controlarla, parece que la mayoría de los arquitectos se hubiera olvidado de ella. La normalización del vidrio plano en grandes dimensiones, ayudado con el acero, hace posible aquella vieja utopía de la Luz vertical, Y también hace posible el planteamiento del espacio horizontal continuo con Luz horizontal. El futuro de la Arquitectura será tanto mejor cuanto los arquitectos reflexionen con más rigor sobre ello y obren en consecuencia.
Se descubre entonces, precisa y preciosa coincidencia, que la Luz es la única que de verdad es capaz de vencer, de convencer a la Gravedad. Y así, cuando el arquitecto le pone las trampas adecuadas al sol, a la Luz, ésta, perforando el espacio conformado por estructuras que, más o menos pesantes, necesitan estar ligadas al suelo para transmitir la primitiva Fuerza de la Gravedad, rompe el hechizo y hace flotar, levitar, volar a ese espacio. Santa Sofía, el Panteón o Ronchamp, son pruebas palpables de esa portentosa realidad,

EL HOMBRE Y LA CONSECUCIÓN DE LA BELLEZA
Y, ¿en qué se traducirá esta relación, este dominio del hombre sobre la Gravedad y sobre la Luz? La conclusión de esta relación será la consecución de la Belleza: el Pulchrum. Si la Verdad, el Verum, hace rendirse a la inteligencia, y la Bondad, el Bonum, a la voluntad, en el terreno de los sentimientos el hombre se rinde ante la Belleza.
Zubiri lo explica con claridad palmaria en sus últimos escritos que, por su referencia precisa a la materia, y a los materiales, pareciera que está refiriéndose a la Arquitectura.
El Futuro de la Arquitectura no puede ser otro que lo que ha sido y es, o debería serio; la creación de la Belleza permanente de la que la Arquitectura es quizás su expresión más concreta y rotunda.
Este deseo de Belleza no implica una sola posible Arquitectura. La Belleza, con sus múltiples facetas también puede ser plasmada en la Arquitectura de muy diversos modos, con muy diferentes formas, a través de estilos muy distintos. Le Corbusier y Gaudí fueron coetáneos y, ¿qué es más bello, la villa Savoie o la Sagrada Familia? Pues ambos arquitectos trabajaban en esas obras al mismo tiempo.
El servicio a las necesidades del hombre (Función), la respuesta adecuada al paisaje en que se incluye (Contexto), la racionalidad de su construcción (Construcción), la posibilidad de ponerla al alcance de todos (Economía), etc., deben ser cualidades de la creación arquitectónica. Pero supuesto lo anterior y como añadido gratuito, como regalo, la Arquitectura debe ofrecer al hombre ese "algo más", misterioso pero concreto, que es la Belleza. La Belleza inteligente que es consecuencia de unas obras que son ideas construidas. Algo más, mucho más, que la mera construcción.
El conseguir evidenciar para el hombre facetas todavía desconocidas de esa Belleza, a través del dominio de la Gravedad y de la Luz, será cuestión central para ese futuro de la Arquitectura.

LA ARQUITECTURA Y EL ARROZ: EL TIEMPO Y LA ARQUITECTURA
La Arquitectura necesita de un tiempo preciso para hacerse bien. De un tiempo y de un tempo. De una duración y de un ritmo.
Un arroz cocinado en cinco minutos, siempre sale duro. Y un arroz mantenido al fuego más de media hora, siempre sale blando. El tiempo del arroz, son veinte minutos, ni más, ni menos. Y a fuego lento, tras un primer hervor. Si no, se arrebata. Aquí y en la China. En el presente, y en el futuro.
Y la Arquitectura, con razones más serias y profundas que las del arroz, también necesita de su tiempo y de su tempo. Tiempo de estudio y de análisis, para conocer bien los datos del problema. Y tiempo de reflexión para llegar a una síntesis, a una solución rigurosa. Y un tiempo adecuado para su construcción.
Y sin embargo, estando esto tan claro, nunca la humanidad ha levantado tantas y tamañas tonterías. Tan bien y tan sólidamente construidas. Precipitadas en las vanas razones de su necesidad (tanta obra inútil). Arrebatadas en la precipitación de su concepción (como si de churros se tratara). Construidas en un santiamén (todo vale). Es la arquitectura del Kleenex. Del usar y tirar. Son las obras que nos inundan. Firmadas por unos comerciantes que, con el título de arquitectos conseguido no se sabe dónde ni cómo, desprecian la Arquitectura. Les dé lo mismo y lo hacen para una Sociedad a la que también le da lo mismo. Que también, por ignorancia, odia la Arquitectura. Una Sociedad, la actual, cuyo alimento espiritual son los "culebrones". Y cuyo alimento material es la fast food. No saben lo que es un buen arroz. Tan rico y tan barato. Ni lo que es la Poesía. Tanto con sólo dos palabras. Ni saben lo que es la buena Arquitectura. Tan sencilla. Tan sencillo todo.

AGUA DERRUMBADA EN LOS CHARCOS: PORQUÉ Y PARA QUÉ DE LA FORMA
Así de contundente se expresa el poeta: "Estas formas no dicen nada, agua derrumbada en los charcos". Igual que las palabras a la poesía, en el eterno debate de fondo y forma, las formas arquitectónicas deben ser traducción de ideas. Y expresarlas con contundencia. Con la fuerza que sólo la Arquitectura tiene.
Pues he aquí que estamos rodeados, atiborrados de formas inútiles. Una inundación de eso que se ha dado en llamar "diseño". Desde los planos, rebosantes de diseños: giros, quiebros, pases, ondas, mocos, etc. Tanto en plantas como en secciones como en alzados. Que no se diga.
Y luego la realidad, como si fueran bazares: barandillas, picaportes, pasa-manos, mostradores, jambas, etc. Que no se pueda decir.
Superabundancia de elementos de diseño, apabullante despliegue orna-mental, que intenta distraer con cantidad de efectos especiales, la vaciedad de sus propósitos. Y ni eso consiguen. Son agua derrumbada en los charcos.
Y si este exceso de diseño hace referencia a lo superfluo, a lo ornamento en el sentido loosiano del término, peor todavía es cuando esto ocurre usando de la Tecnología.
La Arquitectura avanza apoyada en los avances de la Tecnología. Sin el acero ni el vidrio plano, nunca hubiera sido posible concebir la continuidad del espacio, ni hacer realidad el control de la luz vertical.
Y estos prodigios de la Arquitectura, estos giros copernicanos son posibles cuando la Tecnología sirve de base para dar a luz nuevas ideas. Cuando la Tecnología se constituye en "para qué", y no se quiere erigir un "qué". Cuando, por encima de la Arquitectura, la Tecnología se erigió en protagonista, deviene en sólo forma. Será más escultura que arquitectura. Será en todo caso un bello e interesante esqueleto, sólo huesos, En vez de "ser vivo". Son los nuevos "maquinismos" y "deconstructivismos” y "fractales". Soportados por la soldadura y la silicona, aliñadas con acrílicos de vivos y fotogénicos colores. Y luego, como con voz prestada de ventrílocuo, adornados con agudas teorías: la "repetición", la "polirritmia" de los materiales, los "fractales" nunca vistos o la "deconstrucción ya agotada. Y de la mano de Derrida o de Deleuze van por la historia felices como boy scouts por las montañas.
Claro que estos desafueros del diseño, desbordamientos de la tecnología y ataque furibundo de voces prestadas, no son más que inútil defensa de los inútiles. Son espejos en los que los vanidosos y los narcisistas se miran constantemente para olvidar que son incapaces de avanzar. Se detienen ante el espejo en vez de atravesarlo, como Alicia, o romperlo como la madrastra de Blancanieves. Atravesándolo se adentrarían, con Alicia, en el país de los sueños, de las maravillas, de la maravillosa Arquitectura.
Rompiéndolo se enterarían, como la madrastra de Blancanieves, repetido mil veces por los mil añicos del espejo destrozado que "tú no lo eres, lo es Blancanieves”. Que Adriano, Bernini y Le Corbusier siguen siendo arquitectos de hoy y del futuro. Que sus ideas y sus obras se adelantan a su tiempo, están por encima del tiempo, están fuera del tiempo.
Hemos visto ya los puntos centrales del Futuro de la Arquitectura: el Hombre, la Belleza, la Luz y la Gravedad. Y hemos también visto alguno de los errores comprobados de este nuestro siglo desbocado: la falta de Tiempo, el exceso de Diseño o el uso inadecuado de la Tecnología.
Tendremos entonces que pensar quiénes serán las personas, los arquitectos capaces de poner en pié este Futuro de la Arquitectura.

SOCIEDAD SUPINAMENTE IGNORANTE: LA SOCIEDAD Y EL ARTISTA
Antiguamente, eran los estamentos poderosos, los mecenas, los que encargaban las obras de arte. Reclamaban la Arquitectura, con mayúsculas, para su propio servicio y deleite. Como signo patente de su evidente poder. Pero lógica y afortunadamente, con el paso de los siglos, estas obras han llegado a ser patrimonio de la Humanidad. Al servicio de todos.
Por el contrario, como si de ir contra el tiempo se tratara, hoy día, cuando la Sociedad es unánimemente democrática, y el Estado es la representación de todos, pasa al revés. Salvo excepciones contadas. Cuando los que encargan las obras de arte, también y principalmente las de Arquitectura, para el servicio de todos, eligen al artista, al arquitecto, nunca o casi nunca lo hacen a los mejores. Casi siempre llaman a los peores.
Así están nuestras ciudades. Disueltas. Como museos de todos los horrores imaginables y de todos los caprichos inimaginables. Y, ¡vaya que se dan prisa estos malditos en levantar tamañas monstruosidades! No vaya a ser que alguien advierta a esta Sociedad ignorante y materialista en el sentido más peyorativo del término, y no les dejen seguir con sus infames desaguisados. Ante esto, ¿qué se puede decir del Futuro de la Arquitectura?
Quiero ser optimista y recordar a esta Sociedad que existen, todavía, arquitectos, maestros consagrados y jóvenes airados, que están dispuestos, si se les deja y se les da tiempo para ello, a remediar el entuerto.

DESEABLE FINAL FELIZ
En definitiva, el Futuro de la Arquitectura está en las ideas. En los arquitectos que piensan. En los que tienen ideas y son capaces de construirlas. Dedicando el necesario tiempo para ello. Dominando la Gravedad y controlando la Luz. Y poniendo siempre al Hombre como centro. Buscando la Belleza para dársela a los hombres. Y de una Sociedad dispuesta a disfrutar con la Cultura y a dejarse regalar con este sencillo prodigio que es la Arquitectura.
Dice García Márquez, ¡y cómo lo dice!, que con lo que cuesta una ojiva nuclear, alcanzaría, aunque sólo fuera por un domingo de otoño, para perfumar de sándalo las cataratas del Niágara. Pues con ese mismo coste, y con mucho menos, bastaría para todos los domingos de todos los otoños, perfumar de Arquitectura todo el mundo. Y todas las primaveras y los inviernos y los veranos. Porque la verdadera Arquitectura, idea construida, permanece para siempre. Haciendo real el duro deseo de durar. Con el aroma de la eternidad.


Alberto Campo Baeza.
La idea construida. Universidad de Palermo. 2005