sábado, 25 de junio de 2011

Composición en blanco y negro

El día de ayer pese a que fue duro resultó muy gratificante. Supuso un importante gasto de tinta, o de grafito según el momento, también de un poco de materia gris.

Estación de autobuses en Chiclayo, corrección intensiva lo que hace que las ideas emerjan con facilidad y el tema cada vez parezca más familiar.

Una estación de autobuses es por antonomasia una construcción generosa, de grandes luces donde el espacio fluye y campa a sus anchas. El interior se confunde con el exterior, el exterior muchas veces quiere entrar.
Frente a este lienzo en blanco que supone su planta se incorporan otros usos que vienen a enriquecer la propuesta. La taquillas, los baños, la sala VIP, la administración,… tantos, algunos inventados. Estos, como manchas negras, nos ayudarán a componer nuestra propuesta, nuestro cuadro.

 El punto de partida, las piezas.

El blanco y el negro, el lleno dentro del vacío como comentó Aldo en las jornadas que disfrutamos en Chiclayo.

Mies, maestro del vacío sabía que este sólo lo podía dominar por medio de pequeños llenos situados estratégicamente, como si de una partida de ajedrez se tratase. Cada pieza dentro del tablero cuenta, se mueve y está allí con una intención. No solamente eso, sino que cada pieza afecta a su entorno de manera diferente. A nadie se le ocurría poner un alfil desprotegido en la vertical de una reina como tampoco a nadie se lo ocurría poner un paquete de baños rodeados por una zona muy pública.

Ayer más que una clase de arquitectura fue una clase de lógica, entonces tal vez hayamos enseñado arquitectura. De lógica muchas veces geométrica, que plasmo en este blog para ordenar mis pensamientos que de manera intermitente se vierten en una crítica de taller.

Conversamos sobre por qué un círculo es una figura geométrica sin dirección, cualquiera es buena, todo el abanico de posibilidades está abierto.

La geometría



Un cuadrado ya limita más, el orden cartesiano entra a tomar partido, las ordenadas, las abscisas, X, Y. No permite todos los ángulos. La construcción tiene mucho que ver en esto.

Un rectángulo, últimamente es lo único que se dibujar, mi pluma tiene el F8 siempre puesto, con una intención clara. Un rectángulo siempre mira hacia dos lados, no hay error posible. No es una figura geométrica inocente y dibujarlo conlleva muchas implicaciones; siguiendo el símil ajedrecístico, es un peón, avanza.

Luego todas las formas derivadas de estas, los trapecios a los que algunos alumnos les tienen tanto cariño. Casi como algo barroco. Los teatros italianos, efectos escenográficos que parece que no tienen intención de reproducir. Si no es así, mejor matar la forma y buscar otra nueva. Puede que exagere.

Teatro Olímpico, Vicenza. Andrea Palladio.



Tras estas nociones de geometría básica volvamos al blanco y al negro.
Las composiciones pictóricas de ayer bien podían haberse llamado rectángulos negros sobre fondo blanco, o como mucho sobre fondo punteado. Punteado por pilares, por usuarios, mesas de cafetería, algún árbol,… poco más. El rectángulo negro siempre pesaba mucho más que esos pequeños puntitos.

Punto de partida siempre un lienzo rectangular, tal vez casi siempre. Ya avisé, es lo único que dibujo últimamente.

Primera prueba, una pieza sencilla, un único rectángulo dentro del lienzo blanco. Sólo hay que mirar los seis posibilidades que reproduzco bajo para ver cómo el vacio se transforma gracias al lleno. Cómo cada espacio tiene una fisonomía diferente por el movimiento de la mancha negra en el cuadro blanco. Incluso su influencia va más allá del lienzo, se escapa de él y afecta al espacio público, lo que está fuera.

Serie formada por seis composiciones de rectángulo negro sobre lienzo blanco.




Estos sencillos, casi ejercicios pictóricos de composición, donde el negro condiciona al resto, es a lo que hemos dedicado otra parte importante del día de ayer.

Cuando las piezas son dos, la partida de ajedrez es mucho más compleja y las posibilidades más variadas. El tablero de ajedrez o el lienzo se llena de espacios intermedios, seriados, incluso virtuales entre el interior y el exterior. Napo y Fernando saben mucho de esto.
Aún así, casi siempre todo lo complicado se puede reducir a algo sencillo. Como decía Wright hay que pensar “en sencillos”, es decir, en las partes sencillas que forman aquellas más complicadas, el todo se puede reducir a sus partes. Buena manera de pensar.


Serie formada por tres composiciones de dos rectángulos negro sobre lienzo blanco.





Nuestras plantas, como si de cuadros se tratasen, deben jugar al lleno y al vacio, al relax o la tensión, seguir una diagonal o conversar plácidamente con una horizontal. Así, poco a poco, vamos poniendo nuevas fichas en la partida a las dos ya existentes. Se les suma la naturaleza, los autobuses,... hasta tener el tablero lleno.

Serie más compleja



Luego volvemos a empezar e intentamos condesar las fichas en muy pocas para desde nuestra juventud poder por lo menos acabar en tablas la partida con la arquitectura.

Casa Farnsworth. Mies van der Rohe.




2 comentarios:

  1. Me detuve 10 minutos a leer el blog, por suerte me di cuenta que estoy por buen camino y espero que los demás también lo estén. Entrando a lo nuestro - recordé 3 cosas de la arquitectura que hace Toyo Ito: Simbolizar la naturaleza(1), abrir hacia el entorno(2), liberar a la gente(3). Ejm: Meadiateca de Sendai, un abrazo Arquitecto y gracias.

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  2. Gracias Agustín por tus comentarios. Que bueno es leer sobre arquitectura.

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