De vuelta en una combi, creo que con este viaje habré agotado todos los medios de transporte de Perú a excepción de la Llama.
Ida 1,30 nuevos soles; vuelta negocio y al final le arranco al conductor un ok por 1,20, el jalador me cobra 1. Cosas que pasan en Perú, supongo que tendrá que ver con esta cara de gringo que me es difícil disimular.
La combi llena, una señora da el pecho a un niño, una abuela castigada por el sol juega con su nieto. 100 Km/h, música razonablemente alta y polvo que entra por la ventana, yo de espaldas al sentido de la marcha en consonancia con mi estado de ánimo, a pesar del ahorro de los 30 céntimos de sol que más que el bolsillo sana el orgullo.
Todo el mundo permanece tranquilo sin saber que unos metros atrás hemos dejado un cadáver.
El Museo Bruning, D.E.P., muerto en el 2006, suerte que los edificio no se putrefactan y pasan a un estado de momificación directo.
Museo Brüning, exteriores.
La lonely planet presagiaba una buena tarde de arquitectura. “Museo Brüning… Los amantes de la arquitectura y la escultura quizá encuentren interesante el edificio de inspiración corbusierana, las estatuas de bronce y los azulejos que adornan la propiedad.” El “quizá”, lejos de fastidiarme creo que despertaba más mi curiosidad.
Una amable cobradora me invita a entrar al recinto. Se trata de una parcela en la que destaca un misterioso cubo blanco, rápidamente ideas de los recorridos en espirales que Le Corbusier utilizó en algún museo. En segundo plano, una pieza baja compensa la potencia del cubo.
Una pérgola igualmente amable me introduce en el museo pasando por encima de una lámina de agua virtual. (En estos momentos no existe por labores de mantenimiento)
Museo Brüning, exteriores. Pérgola desde el acceso
Una vez dentro y antes de acceder al gran cubo, segunda conversación, en este caso con el vigilante, tiempo en Perú, tiempo en Chiclayo, fútbol…falta casado y si tengo hijos, no le doy tiempo.
En la pieza baja una interesante exposición de Heinrich Brüning. El primer link de google reza “El eterno enamorado de los moches”. Interesantes fotos antiguas, una video proyección, un muñeco de plástico petrificado delante de una máquina de escribir que me asustó…
Vuelvo por mis pasos y me dirijo al cubo blanco, antes se puede ver una exposición temporal que ocupa el espacio de conexión entre las dos piezas. Lógicamente cerca de la entrada. Llaman la atención unos pequeños pilares metálicos como los de la pérgola de acceso, incluso se ve una viga que atraviesa la sala con las mismas perforaciones. Me empieza a molestar la úlcera.
Placas.
Fotografío una insulsa placa por tener los datos del arquitecto, año de reforma 2006. Por fin entro al cubo. Muy interesantemente ambas piezas del proyecto se cierran por medio de unas gruesas puertas correderas metálicas que dan aspecto de entrar en FortNox, y las independizan de la sala de exposiciones temporales y de la entrada. La sensación de que contienen artículos valiosos, conseguida.
El cubo totalmente hermético lo recorro con más pena que gloria. Oro en planta menos uno, aún más protegido, según se asciende encuentro maquetas de pirámides, cerámica, interesantes explicaciones de las culturas preincaicas, la sofisticación de sus diseños, …Ocupando siempre la parte central del cubo maniquíes que representan una escena con un chaman en una planta y de la navegación con Caballitos de Totora en la última. Curioso.
Por fin llego al final, un museo tranquilo que se puede ver en una hora.
Por una placa de escayola del falso techo de esta última planta se cuela un rayo de sol, el insolente sol apareciendo. Creo que me vuelve a doler la úlcera.
Por el agujero iluminado del falso techo se ve una cobertura de calamina apoyada sobre una deficiente estructura metálica. Llama la atención que un edificio diseñado con tanto cuidado tenga este tipo de techumbre. ¿Por qué no será de concreto armado la parte central del techo?
Toco uno de los paramentos que envuelve a los maniquíes que perpetuamente están remando arrodillados sobre sus embarcaciones, suena a hueco. Desciendo rápidamente una planta y miro el techo que corresponde con el espacio central. Falso techo registrable como el de la parte central de la cubierta.
Las peores sospechas se confirman, esto es un cadáver y asesinado con un golpe certero al corazón, precisamente donde reside toda su fuerza.
Definitivamente me duele la úlcera.
El cubo que originariamente estaba lleno de luz, de sol y de vida, unos despeluchados personajes de ficción ocupan ahora este espacio.
En vez de Sol, aire, incluso de lluvia, tenemos esto.
En vez de ver el precioso cielo de Lambayeque vemos un falso techo registrable.
En vez de tener visuales entre los distintos niveles unos maniquíes travestidos se muestran estrafalariamente. (ver foto hay maniquí masculino vestido de mujer)
Diferentes vistas interiores
Ahora se entienden los pilares metálicos de la sala de exposiciones temporales. Esta sala se adhirió sin respeto, como un tumor, no presagiaba nada bueno. Sin tener en cuenta que la pérgola era un elemento ligero de conexión que permitía mantener la independencia de las dos piezas, que permitía la entrada de luz, que …tantas cosas.Recuerdo a Jaume Prat cuando pensaba en manifestarse para evitar la demolición de La Pagoda de Miguel Fisac. En aquellos momentos me pareció un poco exaltado, creo que él empezó a leer arquitectura antes que yo.
Encuentro la placa original, 1966, el museo murió a los 40.
Con mayor atención se puede ver el arma que se usó, probablemente la indiferencia.